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Tipos de pieles: cuántas existen y cómo cuidarlas

Existen distintos tipos de pieles. Para garantizar que tu piel esté cuidada y sana, debes identificar tu tipo de piel y aprender como tratarla de forma específica según sus características. El enevejecimiento de la piel puede ser acelerado por distintos factores como la alimentación, el tabaco o el estrés. Según nuestros hábitos y nuestro tipo […]

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Existen distintos tipos de pieles. Para garantizar que tu piel esté cuidada y sana, debes identificar tu tipo de piel y aprender como tratarla de forma específica según sus características. El enevejecimiento de la piel puede ser acelerado por distintos factores como la alimentación, el tabaco o el estrés. Según nuestros hábitos y nuestro tipo de piel, sufriremos más o menos problemas de la piel. Si aún no sabes que tipo de piel tienes, ahora es el momento de descubrirlo y darle un tratamiento específico según sus necesidades. En este post hacemos un repaso de tipos de pieles y como cuidarlas:

 

PIELES NORMALES

 

Una piel normal es una piel soñada por muchas personas: tersa, suave, hidratada y con brillo. No obstante, al igual que el resto de pieles necesita de unos cuidados como limpieza, tonificación y cremas de día y de noche. Ningún tipo de piel está exento de unos cuidados básicos.

 

PIELES SECAS

 

La falta de brillo, unos poros finos y tendencia a descamarse son indicadores de una piel seca. Esta piel se caracteriza por no producir la grasa suficiente, por lo que las personas con este tipo de piel tendrán más tendencia a tener arrugas.

 

Puesto que esta piel tiende a irritarse, es necesario mantenerla hidratada con cremas hidratantes que actuarán como protección para los agentes externos. Estas cremas sirven para nutrir la piel y activar sus defensas naturales, aportándole elasticidad y eliminando la sensación de tirantez y picor.

 

Para mantener este tipo de piel en buen estado se recomienda realizar de vez en cuando una exfoliación para eliminar las células muertas que impiden una correcta oxigenación. Asímismo, se recomienda beber abundante agua.

 

PIELES GRASAS

 

Tono brillante y poros dilatados son los indicadores de la piel grasa. Esta piel produce un exceso de lípidos pero no tiene por qué estar bien hidratada. Es importante usar en estos casos un tratamiento que hidrate y proteja la piel.

 

En la rutina diaria es importante una limpieza adecuada y una buena alimentación. Puesto que este tipo de pieles suelen tener facilidad para producir acné, se recomienda una alimentación basada en verduras, cereales integrales, frutas y legumbres.

 

El sol tiene efectos muy beneficiosos en este tipo de pieles con acné, no obstante es necesario buscar la protección adecuada para evitar sus efectos nocivos.

 

PIELES MIXTAS

 

Las personas con piel mixta se caracterizan por tener un tipo de piel distinto según la zona de la cara. Normlamente la frente, nariz y barbilla suelen ser grasas y el resto de la cara seca.

 

Aunque existen productos para este tipo de pieles, se recomienda tratar cada zona por separado. Invertirás más tiempo en su cuidado pero obtendrás mejores resultados. Esto se debe a que algunos productos para pieles mixtas realmente no benefician a las zonas más secas de tu rostro y pueden producir molestias.

 

PIELES SENSIBLES

 

Las rojeces causadas por la dilatación anormal de los vasos sanguíneos se traducen en picores, tirantez y descamación. Se trata de un tipo de piel muy frágil y sensible. Mientras que por un lado es muy afectada por los agentes externos y por el uso de productos químicos, por otro se trata de una piel fina y bella que vale la pena mantener. Para que este tipo de piel siga luciendo bonita sin esos efectos tan incómodos como el picor es necesario adaptarse a sus necesidades y buscar el tratamiento más adecuado. Lo que esta piel necesita es un tratamiento que fortalezca la barrera cutánea, a parte de la limpieza e hidratación.

 

Las pieles claras sufren más rojeces que las morenas. Esto ocurre en todos los tipos de pieles. Y aunque suelen darse más en pieles secas, las pieles grasas también pueden sufrirlas debido al uso de productos cosméticos que “controlan” la producción de sebo, deteriorando la capa protectora de la piel.

 

Si todavía no sabes identificar qué tipo de piel tienes, puedes hacer una sencilla prueba en casa. Limpia tu rostro muy bien y deja pasar 15 minutos. A continuación aplica sobre las diferentes partes  trozos de papel secante. Si tienes una piel seca, el papel quedará limpio. Si tu piel es grasa, el papel tendrá manchas aceitosas. Si tu piel es mixta obtendrás manchas solo en determinados lugares. Se trata de una prueba orientantiva, si tienes dudas, consulta siempre a un profesional.

 

Puesto que ya sabes cuál es tu tipo de piel y cómo cuidarla, te recomendamos investigar sobre algunos de los tratamientos que ofrece Isséimi para el cuidado de la piel. A partir de una larga experiencia y una importante tradición formulista, esta marca ofrece tratamientos basados en el uso de factores de crecimiento. Se trata de algo innovador y llamativo que ha demostrado tener efectos beneficiosos en la piel desde el comienzo del tratamiento.