PRINCIPALES INGREDIENTES:
Hidrolato de lavanda: La Lavanda angustifolia es una de las plantas de la flora mediterránea más utilizadas por las propiedades antisépticas y antioxidantes de sus aceites esenciales. El aceite de lavanda es capaz de aliviar los procesos inflamatorios a nivel cutáneo, disminuyendo las rojeces en pieles con eccemas, psoriasis y pieles atópicas. Los aceites esenciales presentan acción bactericida en las bacterias presentes en la piel, por lo que permite mantener la piel en equilibrio.
Aceite de Chía: Este activo extraído de la presión en frio de las semillas de la Chía es rico en ácidos grasos omega-3 y omega-6. Es una poderosa fuente de antioxidantes polifenólicos, los cuales captan los radicales libres y previenen el envejecimiento. Aplicado tópicamente el aceite de chía tiene unas propiedades calmantes y anti-enrojecimiento, nutre la piel seca y con tiranteces reestableciendo la hidratación de la piel, dejando la piel sedosa y elástica.
Cera de Abejas: Las ceras de abeja es un gran emoliente y protector de la piel. Forman un film no oclusivo que se adapta a las condiciones ambientales, sirviendo tanto para altas como bajas temperaturas. Son aptas para pieles sensibles y reactivas.
