PRINCIPALES INGREDIENTES:
Hamamelis: Se emplean las hojas de esta planta por ser ricas en ácidos fenoles y taninos, con propiedades astringentes, descongestivas y cicatrizantes.
Alfahidroxiácidos (ácido láctico, acido glicólico, ácido cítrico y ácido tartárico): este cóctel de ácidos no actúa en el estrato córneo más superficial como otros AHAS, sino en capas más profundas de la capa córnea, afinando ésta y mejorando la flexibilidad de la misma, independientemente de su grado de hidratación.
Mirtilo o arándano. Sus hojas contienen flavonoides y ácidos fenólicos así como triterpenos. Su uso en cosmética se debe a su gran contenido en antocianos que protege y refuerza las paredes de los vasos sanguíneos. Tiene también una importante función antiradical.
Mirra: Compuesto por terpenos y algunos ácidos que le confieren propiedades antisépticas.
Extracto de cebolla: De aplicación en medicina desde las primeras civilizaciones. Se le atribuyen propiedades antioxidantes ya que interviene en las actividades enzimáticas y en el metabolismo de colágenos y fosfolípidos. Propiedad anti-inflamatoria.
Ácido ascórbico o vitamina C: Ascorbil fosfato sódico (provitamina que se activa al contacto con la piel). Potente acción antioxidante.
Extracto de salvia: Antiséptico, anti-inflamatorio y fungicida.
Ácido láctico: Procedente de la leche hace ligera exfoliación, hidratando simultáneamente la piel.
Nicotinamida: Forma parte de las vitaminas del grupo B y su deficiencia provoca hiperpigmentación e hiperqueratinización. Se emplea en tratamientos de acné y en casos de hiperqueratinización y manchas solares en la piel. Es un gran antioxidante y desintoxicante.