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La piel humana y la eliminación de desechos

piel y eliminación de desechos

Tu piel es tu órgano más grande y una parte crucial de varias funciones corporales. No solo es la barrera flexible y autorreparadora que protege contra amenazas externas como hongos o bacterias, sino que también es parte del sistema tegumentario, la red de células epidérmicas muertas (cabello, uñas de las manos y uñas de los pies) que ayuda a desprender el material de desecho celular. Una persona pierde de 30.000 a 40.000 células muertas de la piel, todas las cuales son reemplazadas inmediatamente por nuevo tejido cutáneo.

La mayoría de las células muertas acaban por desprenderse solas, pero siempre viene bien usar un exfoliante para ayudar en el proceso y evitar que se acumulen.

¿Cuál es el papel de la sudoración en la eliminación de desechos?

La sudoración es otra forma en que la piel ayuda a eliminar los desechos del cuerpo, pero no es tan efectiva como los amantes de la sauna podrían pensar. El rol principal del sudor es la termorregulación, que nos refresca cuando el ejercicio o las altas temperaturas hacen que la temperatura interna se eleve. Los insignificantes beneficios desintoxicantes del sudor son simplemente un efecto secundario de este proceso de enfriamiento.

La mayoría de nosotros tenemos dos tipos de glándulas sudoríparas: glándulas ecrinas y glándulas apocrinas.

Las glándulas ecrinas cubren la mayoría de su cuerpo y son responsables del efecto refrescante de la sudoración. El sudor ecrino es casi en su totalidad agua con un poco de sal y potasio, pero también contiene trazas de amoníaco, ácido úrico y urea, todos ellos subproductos del metabolismo del nitrógeno del cuerpo.

Dado que el sudor se asocia con el mal olor corporal, puede pensar que ese hedor asqueroso tiene algo que ver con las toxinas y los desechos corporales que se enrojecen al sudar. Pero ese no es el caso. El hígado y los riñones, con la ayuda del resto del sistema urinario y del sistema digestivo, realizan el 99 por ciento del trabajo pesado cuando se trata de eliminar el cuerpo de los desechos, tóxicos o no.  Solo pequeñas cantidades de toxinas y productos de desecho, como el amoníaco y la urea mencionados anteriormente, se encuentran en el sudor.

El sudor en sí no tiene olor. El efecto maloliente es la culpa de las glándulas apocrinas ubicadas en la ingle, las axilas y otras partes del cuerpo peludas. Estas glándulas producen sudor que es rico en proteínas grasas. El sudor apocrino aún no tiene olor, pero las colonias de bacterias que viven estas áreas cálidas y húmedas metabolizan las proteínas, creando ese característico olor.

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